100 AÑOS ANCLADO EN EL MISMO LUGAR
Huracán es el barrio y su gente, su geografía, es pelota que busca la red y el tango que tuvo por cuna.
Huracán es Julián Centeya el de “La Musa Mistonga” que le dedica un poema a ”Pompón”, hermano de Cacho Di Nome, el del bar “la Puñalada” lugar de reunión de hinchas de Huracán en tiempos en que la cancha estaba en Avenida La Plata y Chiclana
Huracán es Homero Manzi, poeta inmenso, que definió a Newbery “como el príncipe de los deportes argentinos, aquel de la sonrisa triste y la muerte gloriosa” y dijo que “la historia de los barrios porteños está escrita, sin duda alguna, en los libros de acta de los clubes de barrio. Huracán es casi la historia misma del Parque de los Patricios, alrededor de su nombre Pampero, giran los recuerdos del barrio sur… al Globo rojo sobre campo blanco -heráldica suburbana- están adheridas las cosas del barrio y los cafetines del barrio y los baldíos del barrio, con melancólicas suturas”
Huracán, es Horacio Ferrer, que nos llevó también en su corazón y nos definió como “una suerte de figurín entrañable del Club porteño, bohemio, tanguero, fino y atorrante”. A ese poeta y tanguero irremplazable, el 20 de junio de 1996 le entregamos un Globo de Oro en una cena que denominamos “Noche de poetas y de locos” porque ese reconocimiento se lo hicimos a él y al querido René Houseman.
Huracán son los abuelos que recuerdan a Masantonio, los que vivimos al equipo de Menotti que dijo: “Huracán es la hermosa excusa que encontró un barrio para ser feliz”, los que aplaudimos a Cappa, amamos a Mohamed por su pasión quemera, nos deslumbramos con Pusetto y que tenemos cientos de ídolos que lucieron el Globo en el pecho y partido a partido hacemos el aguante.
Huracán, es también y superlativamente, el templo pagano dedicado a los dioses de la pelota que es el Ducó, El Palacio, es el lugar cuasi sagrado en el que somos pobladores de tribunas y plateas, que alguna vez pisamos ese césped, que algunos privilegiados corrieron allí detrás de un sueño echo de puntín y de gambeta.
Ese Palacio es también cuna rockera que albergó el encanto del Indio Solari con los Redonditos de Ricota y con los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, supo del tronar del rock duro de La Renga, con Gabriel “Tete” Iglesias y Jorge “Tanque” Iglesias que tienen al Globo en sus corazones como lo tiene Residente, el rapero de Puerto Rico o Piti Fernandez, el cantante de la banda de rock “Las pastillas del abuelo”.
El Duco es como un barco anclado en un lugar central para la vida del barrio. Esta construido en el espacio en que estuvo la denominada cancha de madera, allá por 1924.
Hubo otras canchas a partir de nuestro origen oficial que fue en 1908, pero en este emblemático lugar, estamos hace exactamente 100 años, gloriosos y entrañables, cien años en el mismo lugar.
Las primeras canchas
Huracán comienza jugando en terrenos ubicados en Cachi y Traful hasta que promediando 1911 el Club consigue que la Municipalidad les permita usar un terreno en la calle Arenas (hoy Almafuerte). Cuando los dirigentes de la Asociación Argentina de Football inspeccionan la cancha producen un informe negativo.
Vuelven los muchachos al despacho de Newbery quien gestiona ante el Presidente de la Asociación Argentina de Football, Hugo Wilson, y la cancha queda habilitada. Esa es la primera cancha del Globo de Parque de los Patricios. Ese año se consagra campeón y asciende a segunda división.
El ascenso a primera se obtiene el 25 de diciembre de 1913, fecha que resulta extraña para la actualidad. Derrota en la final, en cancha de Racing, a Gimnasia y Esgrima de Flores por tres tantos contra uno. Los goles los convierten Salvarredi, Laurenzano y Gonzalez. La Municipalidad le exige la devolución del terreno porque existe el proyecto de construir allí el Edificio del Patronato de la Infancia.
Huracán consigue alquilar un terreno en Avenida La Plata y Chiclana. Se compra tierra para el rellenado y sembrar pasto. Los socios compran postes y algunos hilos de alambre para impedir la entrada a la cancha de caballos sueltos por la zona.
Se inaugura, ya en primera división, el 2 de agosto de 1914 contra River. Huracán lo derrota por uno a cero, gol del “Negro” Laguna.
En esa cancha Huracán gana los campeonatos de Liga de 1921 y 1922, la Copa Estímulo en 1920 y la Copa Ibarguren en 1922.
Nace Alcorta y Luna como marca registrada del Globo y de la Quema
A partir de 1919 el propietario del terreno pide la devolución del mismo porque tiene el deseo de venderlo. Se pasa por innumerables alternativas hasta que en 1923 se alquila un terreno en la Avenida Alcorta entre Luna y Manuel García de 200 metros de largo por 124 de ancho. Tras largas tratativas con su dueño Martin Pereyra Iraola, se consigue extender el ancho del terreno a 150 metros.
Se va construyendo una cancha con una tribuna oficial con capacidad para tres mil personas y en su interior se instala la secretaria Social, comodidades para la vivienda del canchero, un bufett y un amplio lugar para reuniones. Las gradas populares tienen una extensión de doscientos metros y serán ampliadas a través de los años. En ese momento tenían capacidad para seis mil personas.
Va naciendo el Club social, con cuatrocientos treinta socios cadetes, y fuerte apoyo barrial comienzan a imaginarse otras disciplinas y más actividades.
17 de agosto de 1924: se inaugura el estadio y nace el mote de quemeros
Fue solemne y emotivo, en un estadio repleto, el izamiento de la bandera con un Globo en el centro.
Estaban presentes, el Dr. Carlos Noel, Intendente de la Ciudad de Buenos Aires, el Dr. Ravignani, Secretario del Municipio, el Dr. Virginio Tedin Uriburu, presidente de la Asociación Argentina de Football, el Dr. Alfredo Lazcano, presidente de Huracán y el Dr. Aldo Cantoni, Senador de la Nación que había sido presidente de Huracán. Entre los socios fundadores y ex jugadores se destacaba la presencia de Agustín Alberti.
El partido central fue un amistoso contra Colon de Santa Fé, pero previamente se disputó un encuentro entro los veteranos de Boca y Huracán. El partido concluyó con un empate de dos goles por bando. Los goles del Globo los hizo Ginebra y los de Boca Brichetto y Fernandez.
El amistoso con Colon terminó con un abultado resultado a favor de Huracán: cuatro a cero, con goles convertidos por Juan Salidas que solo jugo en Huracán 14 partidos y en ellos hizo 12 goles.
Junto al nuevo Estadio nacía el mote de Quemeros, porque cerca de Alcorta y Luna a partir de finales del siglo XIX existía un amplio espacio que abarcaba parte de Barracas, Parque de los Patricios y Pompeya en los que se quemaba basura a cielo abierto. El humo muchas veces invadía el campo de juego.
En esa cancha Huracán obtuvo dos campeonatos de liga, el de 1925 y el del Ballet Blanco de 1928 y la Copa Ibarguren correspondiente a 1925. También ahí se lució “La Aplanadora” subcampeona en 1939 de la mano de Guillermo Stabile.
En esa cancha jugaron entre muchos otros jugadores inolvidables, Masantonio, “Tucho” Mendez, Baldonedo, Onzari, Jorge Alberti, el jugador con más presencias con la camiseta del Globo, cuatrocientas veinticuatro y Bruno Barrionuevo el arquero que hasta la actualidad, con doscientas setenta y tres partidos en el arco sigue siendo el que tiene más asistencias en la valla de Huracán.
Ya se jugaba en Alcorta y Luna al inaugurarse la Sede de la calle Caseros, impactante frente al parque y en el corazón del barrio.
El último gol quemero en la entrañable cancha de madera, como cariñosamente se la nombra siempre, lo hizo Masantonio. Despedida a toda orquesta, tres a uno frente a Gimnasia.
En una barriada de laburantes, se construye un Palacio
En 1929 vencía el contrato de alquiler del predio de Alcorta y Luna, Huracán no tenía el dinero para comprarlo y no quería aceptar el aumento significativo de alquiler que pretendía el propietario. En definitiva se termina aceptando el aumento del alquiler.
Comienza a ser tema de tratamiento prioritario la necesidad de tener un Estadio a la altura de la importancia adquirida por el Club. El propietario no ofrecía demasiadas facilidades para la compra del terreno y Huracán no imaginaba construir en un espacio que no era propio.
Llega el año 1933 en el cual se resuelve comprar un terreno en Avenida Roca Y Varela para la construcción del Estadio,
En 1938 con la llegada de Ducó a la Presidencia se prioriza construir una gran Sede, pero continuando con el impulso de colocar al Globo en el lugar de Grandeza que le correspondía, una Asamblea General realizada el 23 de abril de 1939 resuelve adquirir el espacio ocupado por la cancha actual y para financiar la operación vende el terreno de Roca y Varela en la suma de ciento sesenta mil pesos ($ 160.000). El Club compra el terreno de Alcorta y Luna en cuatrocientos cincuenta mil pesos ($ 450.000), da al contado lo recibido por la venta del terreno vendido y el resto lo abonará en diez cuotas con un interés del 6% anual.
Para financiar la obra Huracán obtiene por medio de la Ley 12345 un préstamo de setecientos mil pesos ($ 700.000). El 26 de octubre de 1941 se coloca la piedra fundamental del Estadio. En 1942 Huracán obtiene del Gobierno Nacional un préstamo de un millón quinientos cincuenta y tres mil cuatrocientos setenta y dos pesos ($ 1.553.472) y el 22 de noviembre de ese año se jugó el último partido en la cancha de madera.
Se realiza una ceremonia oficial el 1° de agosto de 1943 para dar comienzo a la parte más costosa y compleja de la obra y a ese evento asiste el Presidente de la Nación, doctor Ramón S. Castillo. Ese año se obtiene la Copa Escobar y se da la vuelta olímpica en el Viejo Gasómetro de Avenida La Plata.
El 29 de febrero de 1944 Ducó protagoniza un levantamiento militar y termina preso en la isla Martín García. Ese año Huracán obtiene su décima estrella al ganar la Copa Competencia Británica también en el viejo Gasómetro donde el 9 de diciembre derrota a Boca en la final.
Conflictos internos que se tornan inmanejables hacen que el Poder Ejecutivo intervenga el Club el 19 de septiembre de 1946.
Gobernaba el interventor Ernesto Villarroel Puch y se juega el primer partido en el Palacio de Cemento. Fue el 7 de septiembre de 1947, por el Campeonato de Liga Huracán derrota a Boca por 4 a 3.
El diario Clarín del día siguiente titula: “Bautismo triunfal del Palacio” y el diario Democracia de ese día a toda página títuló: “Huracán inaugura en la esquina de Alcorta y Luna el Estadio más grande de Sud América”.