Especial 22 de junio
LOS GOLES A LOS INGLESES Y LOS CHICOS DE LA GUERRA

LOS GOLES A LOS INGLESES Y LOS CHICOS DE LA GUERRA

En abril de 1982, durante la dictadura-cívico- militar y eclesial argentina del general genocida Leopoldo Fortunato Galtieri, con sus desastrosos análisis del contexto nacional e internacional, decidió en abril de 1982 enviar a una muerte segura a centenares de jóvenes argentinos al declararle la guerra a Gran Bretaña para intentar recuperar las islas Malvinas que fueron apropiadas por el imperio británico en 1833.

En aquel episodio tan demencial como trágico sufrieron y murieron jóvenes argentinos que no entendían por qué estaban ahí, solos y peor armados en medio de las gélidas aguas del Atlántico Sur, inermes ante el enemigo inglés. Pero también tuvieron que soportar la perversión de sus altos mandos, quienes los sometieron a torturas y otros tratos degradantes como ser estacados durante horas en tierras heladas por el simple hecho de reclamar alimentos.

El conflicto militar duró dos meses, del 2 de abril al 14 de junio, con el doloroso saldo de más de 649 argentinos muertos. A la fecha, el número de suicidios entre los soldados que participaron de la contienda supera el de los caídos en combate

Lo que era un justo reclamo argentino de soberanía territorial sobre las islas, la Junta Militar lo transformó en una aventura irracional para ganar terreno perdido y perpetuarse en el poder. Pero la derrota militar en Malvinas ante el poderío de la Gran Bretaña de Margaret Thacher, quien contó con el apoyo de su aliado norteamericano Ronald Reagan, produjo el efecto contrario, abriendo un horizonte democrático que llegaría en 1983 con el gobierno radical de Raúl Alfonsín.

Cuatro años después del conflicto bélico, se produjo un acontecimiento deportivo que  se perpetuo en la memoria de millones de argentinos –y también de otras partes del mundo.  El 22 de junio de 1986, una vez más se entrecruzaron el fútbol y la política para convertir a Diego Armando Maradona como el mejor futbolista del Mundial de México 86 por haber convertido en el partido de Cuarto de Final contra la selección de Inglaterra dos goles legendarios: uno con la astucia y picardía de los potreros y el otro siendo una pincelada perfecta e irrepetible en un estadio de futbol, acompañado del relato emocional del periodista uruguayo Víctor Hugo Morales, al borde de las lágrimas.

Así recuerdan Diego Armando Maradona, Héctor El Negro Enrique y Nery Pumpido (estos dos últimos testimonian para esta nota) tres protagonistas fundamentales de aquella gesta deportiva de la Selección Nacional de Carlos Salvador Bilardo campeona mundial de México 86 que supo reivindicar la memoria de los jóvenes caídos en la guerra de Malvinas.

Diego Maradona: «Pienso en México ´86 y la primera imagen que se me cruza por la cabeza es el gol a los ingleses. Pero no es nada nuevo, desde siempre fue así. Porque era como ganarle más que nada a un país, no a un equipo de fútbol. Si bien nosotros decíamos, antes del partido, que el fútbol no tenía nada que ver con la guerra de las Malvinas, íntimamente sabíamos que habían muerto muchos pibes argentinos, que los habían matado como pajaritos… Es cierto, públicamente se declaraba que las cosas no se mezclaban, pero era mentira. Porque inconscientemente lo teníamos bien presente. Entonces era más que ganar un partido, más que dejar fuera de la Copa del Mundo a los ingleses. Nosotros hacíamos culpables a los jugadores ingleses de todo lo que había sucedido. Sí, yo sé que es una locura, pero así lo sentíamos y era más fuerte que nosotros. Nosotros estábamos defendiendo nuestra bandera, a los pibes, la verdad es ésa. Y el gol mío… el gol mío tuvo una trascendencia que… Los dos la tuvieron, es verdad. El primero fue como robarle la cartera a un inglés y el segundo tapó todo».

El Negro Enrique: “Bilardo me puso de titular contra Inglaterra. Él quería que manejara el medio y ayudara a liberar la marca a Diego para que pudiera jugar más suelto. Sabíamos que era un partido difícil, por todo lo que significaba, y estaba el recuerdo de la guerra de Malvinas. Pero estábamos muy confiados. Y apareció la magia inigualable de Diego con esos dos goles, el primero con La Mano de Dios y el segundo una obra de arte con un pase excepcional mío. Como se conoce el Gol del Siglo, siempre digo que yo hice el Pase del Siglo. Ese segundo gol de Diego,  es un homenaje al juego de potrero. Yo me crié como Diego, el en Fiorito y yo en Loma Verde. Por eso hice lo primero que te enseñan cuando estás en el potrero: la pelota se la das siempre al mejor. Y eso fue lo que hice, se la di a Diego, le dije ‘toma y hacelo’. Fui un espectador de privilegio de aquel gol de otro planeta. Todos sabíamos que Diego podía hacer un gol de esa naturaleza. Si la agarraba con un poco de espacio, podía dejar un equipo entero en el piso. Eso lo hacía en los entrenamientos y yo lo sufría. Pero esa vez me toco disfrutarlo. Algunos dicen que si en esa segunda jugada, los rivales hubiesen sido paraguayos o uruguayos, lo bajaban antes, pero los ingleses quisieron tumbarlo y no pudieron, que es distinto.”

Nery Pumpido: “Cuando jugamos en el estadio Azteca los Cuartos de Final contra Inglaterra sabíamos que iba a ser un partido especial por lo que había pasado cuatro años atrás en la guerra de Malvinas. Y de ese partido tengo el recuerdo inigualable  del segundo gol de Diego,  porque estuve en una posición privilegiada, fui protagonista de esa obra de arte porque estuve dentro del campo de juego. Sin dudas, fue uno de los goles que más grité en mi vida.

Ese gol contra los ingleses fue el mejor en la historia de los Mundiales. Después de ese partido, el plantel estaba convencido de que podíamos ser campeones…y lo logramos.”

También están las palabras de algunos ex combatientes sobre lo que significo ese partido en sus vidas.

Hugo Robert, ex presidente del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM) La Plata:“Desde el CECIM siempre sostuvimos que el fútbol no es la guerra y que no existe la venganza deportiva. Pero ese día los ingleses la comieron. No tengo dudas que en ese gol, Diego llevaba la bandera. Ese partido fue muy fuerte y Maradona se lo dedicó a todos los pibes que murieron en la guerra. Ese gol fue toda una alegoría, los gambeteó a todos.

Juan Finck: “Disfruté mucho haberle ganado a Inglaterra porque, como decían mis compañeros, estaba muy fresquito el tema de la guerra. Para mí fue como una pequeña venganza, o mejor; fue un aliciente, una pequeña revancha”.

Maradona, el Espartaco moderno del fútbol mundial,  con sus genialidades deportivas supo regalarles un momento de alegría a los olvidados chicos de la guerra. 

Autor

  • Periodista y escritor. Algunos de sus libros "Osvaldo Bayer Íntimo. Conversaciones con el Eterno Libertario", "Stella Calloni Íntima". Una cronista de la Historia", con prólogo de Fidel Castro y "Gregorio Selser. Una leyenda del periodismo latinoamericano"

    Ver todas las entradas