Ensayos
CUERPO ARRASADO

CUERPO ARRASADO

Según la teoría de los sistemas dinámicos, la adquisición de una conducta motora (acción o comportamiento observable) se configura a partir de la interconexión de tres elementos inseparables: sistema nervioso, cuerpo y ambiente. Cuando la demanda del ambiente va modificándose, comienzan a establecerse diferenciaciones, a partir de la comparación entre lo nuevo con aquello que ya es conocido, percibido y para lo que hemos organizado respuestas. Esa inestabilidad que provoca el encuentro con lo nuevo produce y es productora del aprendizaje. Aprendemos, entonces, a partir de una situación de inestabilidad, accionando sobre el entorno, y de este  modo, vamos creando caminos, trayectos, que conducen a  nuevas respuestas ante determinadas demandas externas.

Cuando las respuestas son presupuestas, esto es, cuando lo que se espera de nosotres, desde la mirada externa, está establecido y configurado por otre, cuerpo y sistema nervioso se entrenan en la dirección de esa imposición. Para graficar esta situación, podemos tomar el ejemplo del entrenamiento de  alto rendimiento, donde se observa la repetición de gestos técnicos (“carga de datos”/imput) que “grabarían” el circuito neuronal del modo correcto, eficaz, eficiente y, por sobre todas las cosas, único.

Otro ejemplo puede observarse en las etapas formativas, cuando se le enseña a niñes a ejecutar un gesto técnico deportivo simple, como puede ser la “vertical”. La acción se descompone y analiza en clave de fragmentación. Un grupo muscular actúa de una manera, otro hace tal o cual otra cosa, la cabeza debe ubicarse de una única forma, los empeines, los tobillos, las rodillas, las piernas deben estar completamente extendidas, los glúteos contraídos, los codos extendidos, los hombros cerca de las orejas, la columna totalmente recta, la mirada hacia las manos. Se entrenan, entonces, cada una de las partes del cuerpo que están involucradas en el gesto deportivo, como si éstas pudieran componerlo de manera aislada.

Se fortalecen unos grupos musculares por sobre otros, se privilegian unas articulaciones del cuerpo por sobre otras, se dan jerarquía a determinados sistemas y acciones por sobre otras, se van armando, lentamente, trayectos neuronales que van interviniendo y labrando el territorio del cuerpo y del sistema nervioso, generando las condiciones necesarias que le permiten responder a esas demandas del ambiente.

En la gran mayoría de las instituciones de formación de futuros docentes de Educación Física (y probablemente pueda extenderse la apreciación a otros ámbitos educativos), la enseñanza de los fundamentos principales de cada deporte se transmite a través de recetas que garantizan esa situación de “estabilidad”. Para adquirir determinado movimiento / gesto técnico deportivo, el camino que debe trazarse se encuentra estructurado, sistematizado, analizado y no debería haber dudas respecto de los resultados a obtener, si se respetan cada una de las instancias preestablecidas.

A su vez, ingresan en la escena deportiva el universo de pruebas o testeos que, a partir de mediciones estadísticas y experimentos, determinan el estado de las capacidades físicas del deportista, permitiendo planificar con mayores elementos de análisis, el conjunto de propuestas de trabajo a entrenar para alcanzar los objetivos esperados. Es interesante considerar que la información estandarizada que arroja un test, acerca de la situación actual de una determinada capacidad física, de un grupo muscular, o de determinadas necesidades por sobre otras, es tomada en función de métodos y mediciones realizadas a poblaciones que, en la inmensa mayoría de los casos, son extranjeras. Muchos test son importados de Estados Unidos o de otros países, donde se invierte en investigación para mejorar y optimizar el rendimiento “físico”. (Podría mencionarse también que muchos de ellos surgieron en los ámbitos militares, ejércitos, etc.)  Se importan los testeos, y los resultados esperables están comandados desde poblaciones extranjeras, con otras culturas, costumbres, economías, formas de vida, etc. Las economías dominantes imponen, de esta manera, los modelos a seguir, los resultados a esperar, las metodologías, monopolizando el mercado del entrenamiento y el deporte y afianzando su soberanía sobre les cuerpos de les deportistas.

En la gran mayoría de los casos y, de acuerdo a los sistemas de entrenamiento de alto rendimiento más difundidos en la actualidad, podrían establecerse estrechas relaciones entre lo que sucede en el cuerpo de un deportista, especialmente en su sistema nervioso, con un territorio productivo arrasado. El intervencionismo y la lógica extractivista operarían sobre el sistema nervioso, de manera de obtener, con los recursos naturales (condiciones físicas) y la introducción de mecanismos técnicos pertinentes (testeos, técnicas estrictas, preparación física, etc), la producción deportiva que genere mayores ganancias, en el menor tiempo posible. 

La planificación del entrenamiento deportivo puede compararse con la ingeniería que hay detrás del diseño lógico de un sistema de producción computarizado. Se trata de introducir “cargas de datos” (imput) y programar respuestas posibles, estandarizadas, a cada una de las situaciones que se presenten. En este tipo de sistemas, los errores o desviaciones también se anticipan, estableciendo cuáles podrían ser las opciones a seguir, en cada caso. ¿Funcionamos así les seres humanos?

Según la teoría de los sistemas dinámicos, la adquisición de una conducta motora (acción o comportamiento observable) se configura a partir de la interconexión de tres elementos inseparables: sistema nervioso, cuerpo y ambiente. Cuando la demanda del ambiente va modificándose, comienzan a establecerse diferenciaciones, a partir de la comparación entre lo nuevo con aquello que ya es conocido, percibido y para lo que hemos organizado respuestas.Esa inestabilidad que provoca el encuentro con lo nuevo produce y es productora del aprendizaje. Aprendemos, entonces, a partir de una situación de inestabilidad, accionando sobre el entorno, y de este  modo, vamos creando caminos, trayectos, que conducen a  nuevas respuestas ante determinadas demandas externas.

Cuando las respuestas son presupuestas, esto es, cuando lo que se espera de nosotres, desde la mirada externa, está establecido y configurado por otre, cuerpo y sistema nervioso se entrenan en la dirección de esa imposición. Para graficar esta situación, podemos tomar el ejemplo del entrenamiento de  alto rendimiento, donde se observa la repetición de gestos técnicos (“carga de datos”/imput) que “grabarían” el circuito neuronal del modo correcto, eficaz, eficiente y, por sobre todas las cosas, único.

Otro ejemplo puede observarse en las etapas formativas, cuando se le enseña a niñes a ejecutar un gesto técnico deportivo simple, como puede ser la “vertical”. La acción se descompone y analiza en clave de fragmentación. Un grupo muscular actúa de una manera, otro hace tal o cual otra cosa, la cabeza debe ubicarse de una única forma, los empeines, los tobillos, las rodillas, las piernas deben estar completamente extendidas, los glúteos contraídos, los codos extendidos, los hombros cerca de las orejas, la columna totalmente recta, la mirada hacia las manos. Se entrenan, entonces, cada una de las partes del cuerpo que están involucradas en el gesto deportivo, como si éstas pudieran componerlo de manera aislada.

Se fortalecen unos grupos musculares por sobre otros, se privilegian unas articulaciones del cuerpo por sobre otras, se dan jerarquía a determinados sistemas y acciones por sobre otras, se van armando, lentamente, trayectos neuronales que van interviniendo y labrando el territorio del cuerpo y del sistema nervioso, generando las condiciones necesarias que le permiten responder a esas demandas del ambiente.

En la gran mayoría de las instituciones de formación de futuros docentes de Educación Física (y probablemente pueda extenderse la apreciación a otros ámbitos educativos), la enseñanza de los fundamentos principales de cada deporte se transmite a través de recetas que garantizan esa situación de “estabilidad”. Para adquirir determinado movimiento / gesto técnico deportivo, el camino que debe trazarse se encuentra estructurado, sistematizado, analizado y no debería haber dudas respecto de los resultados a obtener, si se respetan cada una de las instancias preestablecidas.

A su vez, ingresan en la escena deportiva el universo de pruebas o testeos que, a partir de mediciones estadísticas y experimentos, determinan el estado de las capacidades físicas del deportista, permitiendo planificar con mayores elementos de análisis, el conjunto de propuestas de trabajo a entrenar para alcanzar los objetivos esperados. Es interesante considerar que la información estandarizada que arroja un test, acerca de la situación actual de una determinada capacidad física, de un grupo muscular, o de determinadas necesidades por sobre otras, es tomada en función de métodos y mediciones realizadas a poblaciones que, en la inmensa mayoría de los casos, son extranjeras. Muchos test son importados de Estados Unidos o de otros países, donde se invierte en investigación para mejorar y optimizar el rendimiento “físico”. (Podría mencionarse también que muchos de ellos surgieron en los ámbitos militares, ejércitos, etc.)  Se importan los testeos, y los resultados esperables están comandados desde poblaciones extranjeras, con otras culturas, costumbres, economías, formas de vida, etc. Las economías dominantes imponen, de esta manera, los modelos a seguir, los resultados a esperar, las metodologías, monopolizando el mercado del entrenamiento y el deporte y afianzando su soberanía sobre les cuerpos de les deportistas.

En la gran mayoría de los casos y, de acuerdo a los sistemas de entrenamiento de alto rendimiento más difundidos en la actualidad, podrían establecerse estrechas relaciones entre lo que sucede en el cuerpo de un deportista, especialmente en su sistema nervioso, con un territorio productivo arrasado. El intervencionismo y la lógica extractivista operarían sobre el sistema nervioso, de manera de obtener, con los recursos naturales (condiciones físicas) y la introducción de mecanismos técnicos pertinentes (testeos, técnicas estrictas, preparación física, etc), la producción deportiva que genere mayores ganancias, en el menor tiempo posible.

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