LA CULTURA DEL ENCUENTRO
La Unión de Clubes Parroquiales nace como un espacio para asegurar el derecho al deporte y a la cultura, y crear ámbitos de prevención para todo aquello que quiera atentar contra el desarrollo de una vida sana de niños, niñas y juventudes.
Los clubes de barrio, en este marco, cumplen la función primordial de cuidar, proteger y curar aquellas vidas donde los derechos están vulnerados, promueven la integración de los distintos barrios, median en las situaciones de conflicto entre distintos sectores, construyen identidad, generan pertenencia, forman familia.
El Club, a la vez, le da nombre y viste de colores una comunidad que se identifica y lo vive como “El Club de mi barrio y de la parroquia” y tiene la capacidad de alojar la vida de LA COMUNIDAD y acompañar todos los días su crianza con una propuesta de vida, donde la presencia de líderes positivos tenga un impacto de prevención social.
Muchas veces, las esquinas de los barrios permiten la construcción de identidad y pertenencia de los adolescentes, pero otras, el mundo adulto que se acerca no les trae buenas propuestas. Entonces, allí, el club se transforma en el lugar ideal para que el chico y la chica se sientas atraídos y pueda incorporar a su experiencia los valores que enseña el deporte como LA FE, LA ESPERANZA, EL AMOR, LA AMISTAD, EL RESPETO, LA SOLIDARIDAD, LA UNIDAD Y EL COMPAÑERISMO, entre tantos otros más.
Los Clubes de Parroquia son espacios sanos y dichosos que ayudan a niños, niñas y juventudes a crecer y desplegar sus potencialidades. La comunidad de la capilla, del colegio y del club se organiza con una perspectiva comunitaria. La tres “C” tendiendo una mano para acompañar “las vidas como vienen”. Toda institución plantea una estructura, pero esa estructura tiene que estar en diálogo con la vida concreta. En el plano pedagógico, los profesores de los clubes son quienes promueven la vinculación con la familia y diseñan una formación docente para los jóvenes referentes del barrio, factor que favorece el conocimiento de las variadas problemáticas que pudieran surgir. De hecho, mucho de ellos y ellas, hoy son estudiantes o profesores de educación física, lo que nos lleva a pensar que el ejercicio mismo de la actividad en los clubes conduce en muchas ocasiones a despertar la vocación docente en sentido amplio. Los profesores son realmente signos positivos para los más chicos. Ninguno es más que el otro, porque no se trata de superioridad, sino de una asimetría que cuida, cura y acompaña el desarrollo de la vida.
Por ello y en este marco acompañamos a las comunidades de los clubes parroquiales de todo el país, organizado en regiones y agrupados por localidades y georeferenciamiento.
ENCUENTRO REGIONAL
El pasado sábado 20 de mayo, en la Ciudad de Mar del Plata y en el marco de los encuentros regionales preparativos e introductorios al Encuentro Nacional a realizarse en Embalse, Rio TERCERO, Córdoba, compartimos una jornada llena de mística y alegría.
Los clubes Santa Rita del barrio Bosque Grande, en las periferias de la localidad marplatense y el club local Divino niño del barrio San Patricio, de las denominadas comunidades del sur, planificaron y vivenciaron una jornada deportiva y comunitaria gloriosa. Un verdadero encuentro de ¨la comunidad organizada¨. Donde además de la participación deportiva de más de 80 niñas, niños y adolescentes de ambos clubes, fueron parte pibes y pibas del Hogar de Cristo (espacio de tratamiento comunitario en proceso de reinserción para aquellos que transitan situaciones de consumo problemático), quienes organizaron el almuerzo y colaboraron en el armado de las distintas actividades.
Al final de la jornada y como broche de oro, se pudieron hacer entrega de las camisetas de cada club confeccionadas por la cooperativa textil San Cayetano y una bendición del nuevo playón deportivo. Concluyendo el encuentro con la entrega de medallas a cada participante con el lema ¨Los clubes parroquiales abrazan la vida¨.
Creemos firmemente en el deporte como escuela de vida y reivindicador de derechos. Creemos que la clave comunitaria está en resignificar las instituciones y poner al niño y a la niña como protagonista del desarrollo integral.
Desde la Unión de Clubes Parroquiales, creemos que todo encuentro ayuda a concretar esta idea de unidad y alianza de los barrios, parroquias y clubes en una federación a nivel nacional, que acompaña cuerpo a cuerpo y abraza la vida.
Rezamos este encuentro cotidiano, a través de las ligas, encuentros regionales y encuentros formativos, celebramos, festejamos y confirmamos que el deporte es una parte importante de lo que nuestro Papa Francisco denomina LA CULTURA DEL ENCUENTRO.