FELIZ DÍA A LAS DE AYER, A LAS DE HOY Y A LAS QUE VIENEN

Cada 21 de agosto, se celebra el día de la futbolista argentina en reconocimiento al primer triunfo de la Selección Nacional femenina en el Mundial México 1971 por 4 a 1 ante Inglaterra. En esa Copa del Mundo, Elba Selva convirtió los cuatros goles en el Estadio Azteca.

Esta fecha se enmarca en la Ley Nacional Nº 27.596 promulgada el 17 de diciembre de 2020 y aprobada por la Cámara de Senadores, la cual tiene como objetivo visibilizar los torneos, a las jugadoras históricas, a las actuales y sus demandas laborales y deportivas. 

52 años después de la hazaña que hicieron Las Pioneras, las futbolistas tienen un día en el calendario que las visibiliza, pero que también deja en evidencia la desigualdad de género que aún existe en el camino hacia la profesionalización real de la disciplina. El día de la futbolista en nuestro país se festeja oficialmente desde 2021. 

La hazaña en México

En aquel momento, el fútbol femenino era “amateur”, estaba invisibilizado y no recibía ningún tipo de apoyo económico. Sin embargo, en 1971 un grupo de 17 futbolistas viajó a México para disputar un Mundial que, si bien no fue reconocido por la FIFA, marcó un antes y un después para  la historia del fútbol femenino argentino. 

“Las Pioneras” realizaron todo tipo de actividades destinadas a recaudar dinero y así pagar su viaje de regreso y la estadía. No tenían auspiciantes ni entrenador, camisetas ni botines para jugar.

Angélica Cardozo, la capitana de aquel plantel histórico, recordó en diálogo con Página/12 hace algunos años: “Yo tenía 19 años y todo lo que pasaba lo veía como a través de un vidrio, nunca pensé que podía hacerse realidad. Viajamos un 11 de agosto, era el cumpleaños de Betty García y lo festejamos arriba del avión. Yo no podía creer lo que estábamos haciendo, mucho menos el recibimiento que tuvimos en México”.

El plantel estaba compuesto por Ofelia Feito, María Ponce, Susana Lopreito, María Fiorelli, Marta Soler, Angélica Cardozo, Zunilda Troncoso. María Cáceres, Virginia Andrade, Betty García, Blanca Bruccoli, Elba Selva y Eva Lembessi. Completaban Marta Andrada, Virginia Cataneo, Zulma Gómez y Teresa Suárez.

Los libros de historia del fútbol no las nombraban, sus caras no eran camisetas, ni póster. Esas mujeres, que en la Copa del Mundo participaron junto a México, Italia, Francia, Inglaterra y Dinamarca, fueron parte de las “Pioneras”, esas primeras futbolistas argentinas que patearon una pelota. Las que se animaron a contar una historia que durante años estuvo tapada y dieron el puntapié para construir el presente y el futuro del fútbol practicado por mujeres.

Elba Selva: La madre del fútbol femenino 

La futbolista de los goles históricos, la de la 10 en la espalda que hizo magia en el Estadio Azteca 15 años antes que Diego Maradona cuenta «El recuerdo más lindo que tengo es el primer gol que hice contra Inglaterra. Nosotras fuimos a jugar con lo que teníamos, y haber hecho ese gol fue lo mejor que me pasó, estaba feliz. Saludé a mis compañeras y cuando levanté la vista, empecé a escuchar: ´AR-GEN-TINA, AR-GEN-TINA´, de los cuatro lados de la tribuna. Me agarró un tembleque en todo el cuerpo y dije: acá me caigo redonda. Fue una emoción tan grande que no me la voy a olvidar nunca”.

La lucha por visibilizar 

Todo comenzó como una movida en 2018 liderada por la agrupación Pioneras del Fútbol Femenino, creada el 12 de noviembre de 2016 por iniciativa de Lucila Luky Sandoval que busca visibilizar a aquellas jugadoras que pisaron nuestras canchas desde la década del ´50,  y que, por mucho tiempo, fueron borradas de la historia de nuestro fútbol.

“Luky” Sandoval, fue arquera en  All Boys, River, Boca, Independiente y San Lorenzo. Un mes después de su retiro decidió reconstruir la historia del fútbol femenino con la tarea de encontrar y reunir a cada una de las Pioneras. “Hablé con Mara Ramos, mi compañera en Independiente, y le dije que quería encontrar a esas mujeres. Le pedí contactos de alguna jugadora que tuviera diez años más que nosotras y la idea era pedirle a ella los teléfonos de jugadoras que tuvieran cinco años más y así ir yendo hacia atrás. Llamé a Mónica Maciel y Gladys Verón, que se sumaron a la iniciativa. Así empezamos a buscar teléfonos y comenzaron a aparecer jugadoras de 60 o 70 años. Ahí me di cuenta de que no podía contar solo la historia de la Selección de 1971. Había más mujeres ávidas de que se hablara de ellas”. 

Camino a la profesionalización 

El reclamo que generó un cimbronazo y motivó al cambio final para la profesionalización en Argentina (que aún falta) fue el de Macarena Sánchez. En enero de 2019, la jugadora intimó a UAI Urquiza para que regularice su vínculo laboral. El ‘Furgón’ rescindió su contrato el 5 de enero, en medio de un torneo, por lo que no iba a poder ser inscripta en otro club hasta la siguiente apertura del mercado. Es decir que se iba a quedar sin trabajo, al menos, por seis meses.

Desde ese momento, las jugadoras levantan sus voces con distintos pedidos, con fuerza luchan dentro de sus propios clubes para defender la disciplina e intentar dejarla en lo más alto. En la historia quedan marcadas las carencias y las deficiencias por las que pasó el fútbol femenino a través de los años. La lucha sigue, aún con el profesionalismo en proceso. 

Melisa García, presidenta de la Asociación de Abogadas Feministas de Argentina ABOFEM escribió un artículo “Profesionalización del fútbol femenino en Argentina. Conquista de derechos e igualdad aparente” en el que las jugadoras cuentan su experiencia al reclamar por sus derechos en los clubes. Al respecto señala “Muchas se quedan sin contrato o las hacen a un lado y no las tienen en cuenta para la titularidad. Hay jugadoras a las que el entrenador las insulta y ellas no denuncian para no perder el puesto. Es una clara muestra del poder del sistema patriarcal que busca intimidar y adoctrinarlas. El caso de Maca Sánchez, por ejemplo, sigue en juicio, y hay otros con distintas situaciones por comprobar y reclamar”.

Y agrega que “Desde ABOFEM Trabajamos estratégicamente apoyando a las jugadoras y dándoles el soporte legal para estas situaciones. También brindamos capacitaciones y charlas para que las jugadoras conozcan el convenio de trabajo”. 

La realidad hoy

El fútbol femenino sigue en constante desarrollo y crecimiento. En un año de mundial con más difusión, nuevos récords y mucha más visibilización todavía falta. 

Yanina Gaitán, autora del primer gol de Argentina en un Mundial femenino Estados Unidos 2003 expresa “Siento orgullo por haber dejado una huella en nuestra historia” y ya terminado el mundial Australia Nueva Zelanda desea que se siga mejorando. “Que no haya egoísmo y sepan delegar los roles para el crecimiento de la disciplina. Vamos por más Mundiales, por más proyectos en clubes, por más apoyo de AFA, por más compromiso de los dirigentes, por más estadios abiertos, por más público, por más sponsor, por más entrenadoras con oportunidades, por más mujeres que conozcan el ámbito, que sean apasionadas del fútbol femenino y que las dejen aportar en la disciplina, de todo un poco más”.

Y agrega “Argentina tiene mucha materia prima por sembrar solo hay que querer y dar lugar a los proyectos serios en todo el país. Argentina tiene con qué ser protagonista, tiene riqueza futbolística e inteligencia, tiene historia”. 

¡Que viva el fútbol!

La Nuestra Fútbol Feminista que impulsa acciones desde 2007 para mujeres y diversidades en Villa 31 celebra este día y expresa en sus redes sociales “El deseo sigue vivo y fue lo que nos llevó a ocupar la cancha y a armarnos de fuerza para conquistarlas y salir a jugar. Nunca fue fácil para muchas sostener ese sueño. Se nos prohibió, se nos excluyó, nos sacaron las oportunidades y hasta nos castigaron por jugar.

Las que vienen caminando hace mucho saben bien de esos dolores. Nuestras históricas saben mucho de apretar los dientes y seguir levantándose. Se cayeron muchas veces pero se volvieron a parar. Y es que jugar juntxs al fútbol simplemente nos hace felices.

Para muchxs es libertad, es alegría y fuerza. Es familia y manada en donde refugiarse, en donde nombrarse y construir identidad.

Es la vida y hay que celebrarlo. Hoy en nuestro día, celebramos a todas las que dieron las primeras patadas y nos mostraron el camino para seguir luchando. Celebramos a las primeras que soñaron con ser profesionales. A las que lo lograron y a las que no. Celebramos a las que se cargaron las heridas en los botines y protegieron a quienes venían después. Celebramos a las que juegan en el barrio con las amigas, las que son familia más que equipo y a las generaciones de abuelas, madres e hijas que heredan fútbol y deseo. Celebramos a las que llenan estadios y abren otros caminos e imaginarios posibles. Feliz día a las jovenas y niñas futbolistas que juegan porque quieren, porque lo desean y por qué pueden”. ¡El deseo de jugar sigue vivo, es todo poderoso y es todo nuestro!

Feliz día a las que ayer marcaron el camino, a las que día a día siguen pateando prejuicios y a las que vienen decididas a cumplir sus sueños.