AGOSTINA HEIN: LA VUELTA AL MUNDO EN TREINTA DÍAS
El agua generaba ondas por las brazadas. Se movía como si fuese una hinchada alentando a su equipo. Agostina Hein había vuelto a entrenar tras el cierre del ciclo olímpico, donde se había quedado en la puerta de clasificar a París. Su entrenador Sebastián Montero le había dado un descanso para recargar energías. Cuando volvió a nadar, cayó enferma una semana.
El 5 de julio estaba volviendo a arrancar. Iba y venía en el agua. Afuera lo veía a su entrenador que se movía sin parar como si estuviera nadando. Lo notaba nervioso. Cuando lo vio venir, casi llorando, imaginó que había pasado algo grave con algún familiar. Sebastián le dijo la frase que da inicio a este mes mágico: “Salí del agua que nos vamos a París”.
“Ese viernes nos llamaron desde la CADDA (Confederación Argentina de Deportes Acuáticos) avisándonos que ya estaba clasificada para París por la marca que tenía en 800 mts. Fue un lindo momento. Ella estaba entrenando, yo estuve una hora que no le podía decir hasta que no llegue la citación oficial y una vez que llegó, le pedí que salga del agua. Fue un lindo momento que va a quedar en nuestra vida para siempre”, nos cuenta Sebastián Montero.
Agostina fue la deportista 136 de la delegación olímpica argentina. “Estaban todos en la despedida de la bandera, yo estaba entrenando, y se enteraron todos ahí que había una más. Y encima la más chiquita. Cuando me enteré fue una felicidad terrible”, declaró Hein.
Nacida en Campana el 24 de abril de 2008, la nadadora de 16 años es la primera deportista campanense olímpica, sumándose al remero Sergio Fernández. Empezó a nadar a los 3 años en Aquarium en pileta recreativa. A los 7 pasó al club Ciudad de Campana, donde ya empezó a competir. Con su equipo iban a nadar al Club Independiente de Zárate, donde Sebastián Montero entrenaba a un grupo de natación. “Yo la conocí a Agos mediante los torneos de Federación de FANNBA (Federación de Aficionados de Natación del Norte de la Provincia de Buenos Aires). Uno amante de la natación observa nadadores propios y también algunos que tienen buenos resultados de otros clubes”, aporta el entrenador.
Agostina admiraba el nivel de nadadores que tenía Montero y también su forma de llevarlos. En 2019 decidió pasar a Independiente. “Fue una alegría enorme porque sabía que tenía mucho potencial y muchas ganas de crecer en la natación. Yo sabía que había mucho trabajo a largo plazo para desarrollar. En poco tiempo tuvimos grandes resultados”, cuenta Sebastián.
En 2020 pudo representar a Argentina gracias a los buenos resultados obtenidos en un torneo nacional en Córdoba. En el estadio Kempes lo vio firmando libros y sacándose fotos al nadador José Meolans. El cordobés fue comentarista para la TV Pública. Después de la última participación de Agostina en París, los cruzaron al aire. La cara se le transformó de alegría cuando escuchó a su referente en la natación decirle: «Hola Agos, felicitaciones, gran prueba. La representación fue increíble. Sabemos de todo el esfuerzo y somos consciente de todo lo que se necesita para poder estar ahí. Quiero felicitarte y decirte que tenés muchísimo por delante.”. Hein le agradeció y le dijo que era “su ídolo desde chica”.
No era la primera vez en el día que tenía contacto directo con emblemas de su deporte. En la serie había competido con quienes finalmente ganaron las medallas de oro y plata de la prueba, la estadounidende Katie Ledecky y la australiana Ariarne Titmus. “Fue hermoso aprender de ellas, es lo mejor que me llevo de estos Juegos”, indicó Agostina en TyC Sports. Ledecky se convirtió en la nadadora con más medallas de oro en la historia de los Juegos.
Agostina terminó en el 14° puesto en la prueba de 800 mts. libres y 18ª en los 400 mts. libres, en su debut olímpico el viernes 2 de agosto. Ambas participaciones fueron a las 6 de la mañana de la Argentina. En las declaraciones al costado de la pileta le importaba “haber representado bien a Argentina” y agradeció el apoyo de la gente que la estaba viendo. En los 800 mts, su mamá se quedó sin luz y se tuvo que ir a lo de una amiga para verla.
Cuando se confirmó la clasificación a París, Agostina había subido al Instagram una foto suya de chiquita, con ella, adentro de una pileta inflable para chicos. En esa publicación recordaba el camino de lágrimas, sueños y sacrificios para llegar a un Juego Olímpico. En pandemia la familia le había comprado una pelopincho para que pueda seguir entrenando.
Después de competir en los 400 mts, Agostina le dijo a Sofi Martínez de la Tv Pública que un mes atrás pensaba que iba a estar viendo los Juegos por televisión. Como había hecho con los de Tokio en 2021. Pero los últimos años los buenos resultados se habían acumulado. Ganó una medalla de bronce en el Campeonato juvenil de Israel de 2023 y participó de su primer mundial de mayores en Doha 2024. Allí consiguió la marca B en los 800 libre que la terminó habilitando a estar en París por una invitación de World Aquatics.
“Estando en París se me viene la imagen de la Agos niña y tierna que de a poco se fue superando, con temores a pruebas de fondo, de 400 y 800 y hoy son las pruebas que la traen a un juego olímpico. El mensaje es ese, hay cosas que a veces no te gustan o te dan temor y son las que te hacen más fuerte y te llevan a cumplir los sueños”, reflexiona Sebastián Montero.
Cuando despidieron a su entrenador de Independiente de Zárate y comenzó a trabajar como jefe técnico en SER Natación Alto Rendimiento de Zárate, Hein volvió a cambiar de club para seguir siendo entrenada por él. En marzo de este año, representando a SER, obtuvo el récord argentino absoluto en los 100m mariposa con 59,36 segundos. La anterior marca la tenía Macarena Ceballos, la otra nadadora argentina que estuvo en París. Agostina fue alentarla cuando le tocó competir y sus gritos de “vamos Maca” se escucharon en la transmisión oficial. En la Villa olímpica andaban juntas con miedo de pedir fotos hasta que Facundo Conte, emblema del vóley argentino, les pidió una a ellas y no lo podían creer.
De la experiencia olímpica en París, a Hein le queda la confirmación de que le costaría vivir en Europa lejos de su familia y amigos. Atravesada por el extrañamiento, ese que te carcome cuando se acerca la vuelta al barrio, declaró en Deportv que para ella “el arco de Campana es más lindo que el Del Triunfo” de París. La Municipalidad le organizó para este martes un recibimiento con un paseo en la autobomba de los Bomberos Voluntarios. El recorrido fue del Arco hasta el Palacio Municipal, donde el intendente Sebastián Abella le entregó el escudo de la ciudad y una placa de agradecimiento «por representar a la ciudad y al país».
El club Villa Dálmine la felicitó en sus redes y la definió como “un orgullo de Campana”. La mañana de la ciudad se vio atravesada por los bocinazos y aplausos de los vecinos para una Agostina que arriba de la autobomba flameaba una bandera Argentina que decía “Campana”.
Como en el libro “La vuelta al mundo en ochenta días”, del escritor francés Julio Verne, el viaje finaliza donde arrancó. Recién termina cuando contamos lo vivido en el barrio. “Bienvenida olímpica”, decían las cartulinas con la que la esperaron a Agostina sus compañeras de colegio. Luego se fueron a comer unas hamburguesas. Las historias de Instagram lo titularon “Almuerzo olímpico”.