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DIEGO, NUESTRO SECRETARIO GENERAL

DIEGO, NUESTRO SECRETARIO GENERAL

Su vida fue la de un hijo pródigo de la clase trabajadora argentina. Sus padres, oriundos de Esquina, provincia de Corrientes -ese país profundo donde está el subsuelo del subsuelo-, migran a fines de los años ’50 al borde más tangible de las diferencias geográficas y sociales, la que separa la Ciudad puerto y colonizada con el conurbano de obreros, injusticias y esperanzas. Don Diego fue obrero en una fábrica que trituraba huesos (el descarte de la opulencia ganadera agroexportadora). Un hombre de la clase obrera en épocas de resistencia. Doña Tota era la trabajadora del hogar, con similar desgaste, dedicación y oficio que su compañero de vida. En esa familia nace, se cría y se desarrolla Diego Armando Maradona. Se forma con la enseñanza de pelear por su dignidad -y la de los suyos- y del valor que tiene ese destino.

Esa directriz de vida será crucial en su carrera como trabajador del fútbol. Porque si algo dejó bien en claro Diego Maradona es que el fútbol, como el trabajo, dignifica al pueblo argentino. Y que construye comunidad donde todos quieren (y pueden) sentirse dignificados. Pero también entendió y nos inculcó que la reproducción del «sistema futbol» -y de su negocio, su mercado y la ganancia del empresariado alrededor del mismo- dependía exclusivamente de la fuerza de trabajo de cada uno de los y las futbolistas. Es desde este concepto que Diego se erigió como representante de los intereses -materiales y simbólicos- de los trabajadores del fútbol, en cada lugar que le tocó «jugar». Los planteos comúnmente eran los mismos que los que un cuerpo de delegados le llevaría a su empleador: mejoras salariales, derechos y condiciones de trabajo que respeten la salud laboral. Fue un delegado gremial sin urnas ni tutela de por medio. Siempre defendió la equidad en el cobro de primas entre sus compañeros, en amistosos o eventos donde el requerimiento siempre era la presencia del Diez. Fueron una constante sus peleas tratando de defender a algún compañero o al equipo en su conjunto. Lo hizo en todas sus etapas como jugador (y también como DT). En esta línea, fue un férreo luchador en el intento de romper, por un lado, la dominación autoritaria de quienes -como escribió Walsh- «son los dueños de todas las cosas» y, por otro, el monopolio de las decisiones por encima de aquellos trabajadores del fútbol. En especial hizo hincapié en el poder del órgano-empresa por excelencia a escala mundial que es la FIFA. Maradona, siendo ya una estrella mundial pero previo a su consagración eterna de 1986, ya manifiesta un encendido reclamo de respeto y participación de los trabajadores: «Sin nosotros, esto no existiría. Lo que queremos es que se nos respete, como nosotros respetamos a todos. Por eso me pregunto ¿por qué no se nos consulta a la hora de tomar determinaciones?». La respuesta patronal de su mayor dirigente, el presidente de la FIFA Joao Havelange, dan muestra del conflicto de intereses y la clara representación entre las partes: «No tienen derecho a quejarse por el horario de los partidos. Los jugadores deben obedecer a los de arriba, tienen obligaciones que cumplir».

El contraataque de Diego es la respuesta de quién se forjó en Argentina dentro de su clase trabajadora, con sus inconscientes colectivos y valoraciones históricas. De quien conoce su Modelo Sindical sin necesidad de explicarlo. Antes del mundial ya esboza su propuesta de generar una organización sindical internacional: «En Italia hablé con varios muchachos de este proyecto y también lo hice con algunos brasileños y están de acuerdo. Vamos a intensificar las conversaciones aquí y pienso que al término del Mundial el proyecto estará en marcha».

Será 10 años después, en 1995, cuando Diego finalmente logra uno de sus mayores desafíos: funda junto a otros futbolistas la Asociación Internacional de Futbolistas Profesionales (AIFP), siendo su primer y único Secretario General. Aquella experiencia lamentablemente tuvo una corta duración, pero entre sus novedades estuvo la de anunciar al mundo el 12 de septiembre, en boca del propio Maradona, la Declaración de Principios del sindicato, manifestando cuestiones propias de la defensa gremial del interés colectivo de los trabajadores futbolistas, como son: propender a la unión y defensa de todos los profesionales del mundo; velar por la defensa y los derechos de los futbolistas que están en la práctica activa; apoyar la plena ocupación de los jugadores que hayan terminado su carrera; representar a todos los jugadores del mundo ante los organismos que ellos lo requieran.

El Diego leal al pueblo argentino y con claridades políticas notorias fue también un Maradona con conciencia sindical. Desde su cinta de capitán como «delegado de base» hasta ser el Secretario General de un sindicato internacional.

Nuestro homenaje, gratitud y reconocimiento al máximo ídolo popular de la historia argentina.

Autores

  • Se crea con el objetivo de contribuir a la difusión de la historia del movimiento obrero argentino desde las diferentes disciplinas que integran las ciencias sociales y humanas, asumiendo como matriz reflexiva fundamental el Pensamiento Nacional y Latinoamericano. Quienes lo integramos, consideramos a las trabajadoras y trabajadores organizados el núcleo del movimiento nacional de liberación. En tal sentido, creemos posible justificar estos enunciados con un trabajo de investigación riguroso y comprometido.

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  • Fotógrafo, nacido Villa Martelli, calle por medio de la villa cercana a Laprida y avenida de los Constituyentes. Su madre fue textil y su padre metalúrgico . Ambos militantes sindicales y políticos. También él es un militante histórico del campo nacional y popular. Es autor de la muestra fotográfica SOLO EL PUEBLO, donde retrata los murales de Diego y cuenta como nadie las historias atrás de cada uno de ellos.

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