LA IMPORTANCIA DEL DEPORTE
”Un país vale por la calidad de los hombres que lo pueblan y lo sirven. El deporte está dirigido a eso, a formar por sobre todas las cosas, una buena persona”.
J. D. Perón
El deporte es una escuela de formación de hombres, no sólo física, sino también moralmente. El espíritu de los hombres se cultiva también en los campos de deportes. Ese espíritu que nosotros apreciamos es indispensable en la vida de los hombres.
Yo he asistido durante mi larga vida al desenvolvimiento de nuestro país en las etapas florecientes del deporte, y les puedo decir que cuando se practicó más deporte la gente era mejor. Por eso, convencidos de esa necesidad, es que estamos dispuestos a dar al deporte el auge más extraordinario que podamos.
No habrá recursos que no se pongan a disposición de las necesidades para cultivar a nuestra gente en el deporte, en su alma y en su cuerpo. Si lo logramos, como espero, estoy seguro de que habremos mejorado al pueblo argentino en sus valores morales y espirituales. Esa debe ser una función fundamental para nosotros.
Creemos, sinceramente, y sin mayores críticas a nadie que en la República se ha destruido mucho al hombre. Se ha destruido al hombre en sus verdaderos valores. Para reconstruirlo, que ha de ser la tarea fundamental de nuestro gobierno, recurriremos al deporte.
El deporte es, sin duda, el regenerador más eficaz para retomar a los hombres en su real valor. En este sentido hemos ya establecido en nuestro Plan Trienal y en los planes del Ministerio de Bienestar Social todo lo que sea indispensable para el desarrollo del deporte, en su práctica desde la niñez hasta la vejez del hombre, porque los viejos también pueden hacer deporte.
EN BIEN DE LA REPUBLICA
Creo, señores, que con esto estamos haciendo un bien a la RepúbIica en lo que ésta tiene de más noble: sus hombres y mujeres. Espero yo que con lo que ya hemos hecho en este poco tiempo que lIevamos de gobierno, podamos formar los almácigos para el futuro deportivo de la Nación, que nos permita volver a lograr aquello que, en los buenos tiempos, cuando en los primeros Juegos Panamericanos de 1950 ganábamos casi en conjunto hasta a los propios norteamericanos. Ese es un antecedente que nos debe obligar a todos.
En este sentido, queremos también que los hermanos de nuestros países vecinos puedan venir, en todas las oportunidades que se produzcan, a competir con nosotros a nuestra tierra, porque pensamos que en un futuro ya cercano las fronteras irán perdiendo su valor, para convertirnos en Ia gran patria latinoamericana con que soñaron nuestros mayores y con Ia que soñamos también nosotros.
Señores: Les agradezco muchísimo que hayan llegado hasta esta casa para darme la inmensa satisfacción de poderlos saludar personalmente y pedirles que sigan adelante con la más absoluta decisión. Encontrarán en nuestro gobierno el apoyo inminente que el deporte merece. Si juntos ponemos nuestro empeño, podremos salir adelante en esta empresa que para mí es tan importante. (1)
LA IMPORTANCIA DEL DEPORTE
Recuerdo que, en el año 1953, se presentó un día Pettinato, que era el jefe del Servicio Penitenciario, y me dijo: «Hola General, hay que hacer algo, porque nos estamos quedando sin presos».
Creo que tenemos que volver a hacer algo para quedarnos sin presos, y eso se puede hacer tanto en la escuela primaria, secundaria, y universitaria, pero se puede lograr de mejor manera en los campos de deportes.
Los deportistas no son jamás hombres con inclinaciones hacia ningún tipo de delincuencia.
El cultivo del espíritu es paralelo al cultivo del cuerpo; por eso pienso, y lo hemos de hacer así, que hay que dar la más extraordinaria importancia posible al deporte popular, para que todos puedan practicarlo. Ya volverán los tiempos en que iremos al circuito KDT a ver cómo se preparan los ciclistas, poniendo lo mejor de sí para ir adelante.
De la misma manera, hay que organizar y ordenar el deporte efectivo como el deporte espectáculo. He oído a algunos criticar duramente al fútbol, diciendo que juegan unos pocos y miran muchos. Eso también forma, y da a la gente el aliciente para imitar; ver y practicar el deporte por su cuenta. Si se lo emplea y organiza bien, el deporte espectáculo es tan importante como el otro.
La gente entra con entusiasmo cuando hay posibilidades y todos los que hemos practicado deportes sabemos, que con esto también, el apetito viene comiendo. Muchas veces mirando también viene el apetito.
En esto nosotros queremos la colaboración de todos ustedes. Es una tarea a realizar por todos los argentinos, como las demás tareas, pero ésta es de una importancia extraordinaria, ya que de a clase de hombres que formemos dependerá, más que nada, nuestro futuro.
Es necesario regenerar lo que se ha perdido. Preparar todo lo que ha de ser nuestro futuro y nuestros hombres de mañana. Eso está todo en la juventud que ha de ser bien preparada, orientada y conducida. (2)
PERFECCIONAMIENTO HUMANO
Ese es, indudablemente, el punto de partida de la formación de los hombres y de las mujeres y del perfeccionamiento del material humano. Un país no vale ni por la extensión de su territorio ni por la cantidad de vacas que tiene; vale por la calidad de los hombres que lo pueblan y lo sirven.
El deporte está dirigido a eso, a formar, por sobre todas las cosas, una buena persona, y después, para darle todas las armas que sea posible. Pero es necesario partir primero de un material humano puro, es decir, de un alma pura. El deporte es, indudablemente, la mejor escuela para la formación del alma. Son los valores espirituales los que se cultivan con el deporte. Eso es lo que nosotros pretendemos al dedicarle una gran parte de nuestra actividad, especialmente, al deporte infantil y juvenil.
Ya en mis anteriores gobiernos, hace veinte años, tuvimos oportunidad de demostrarlo. Han pasado veinte años y eso ha decaído un poco. Pensamos ahora, en este período de gobierno, darle más importancia de la que le dimos en los dos gobiernos anteriores, porque entendemos que la República necesita por sobre todas las cosas ir cultivando el espíritu, porque cuando éste decae no vale de nada todo lo demás que el cuerpo tiene. Aquello de «mens sana in corpore sano» de los romanos, es lo que debemos tomar en cuenta.
IMITAR LOS EJEMPLOS DEL PASADO
Ni los griegos ni los romanos habrían llegado a ser lo que fueron en la historia del mundo si no hubieran cultivado profundamente los deportes en todos sus aspectos y actividades. Imitemos esos ejemplos que hicieron grandes y poderosos a los pueblos.
El interés del gobierno es desarrollar y estimular el deporte en todas sus formas, comenzando por los niños y los jóvenes y continuando aun con los adultos. Todos debemos cultivar de alguna manera el deporte. Quiero, en este sentido, felicitar públicamente al Ministerio de Bienestar Social y a la Secretaría de Deportes y Turismo, por la actividad que están desarrollando, por lo que vemos que ya se está haciendo en este orden de cosas en el país. Nuestros muchachos y nuestras niñas deben volver a ser los únicos privilegiados. En ellos está nuestra esperanza y para cultivarla debemos pensar que ellos son los únicos que, entre toda la población, deben gozar de un privilegio especial. (3)
(1) Conceptos ante un grupo de deportistas en la quinta residencial de Olivos, el 15 de enero de 1974
(2) Palabras ante un núcleo de deportistas que lo visitaron al primer mandatario en Olivos, el 6 de febrero de 1974
(3) Discurso ante los campeones de los torneos “Evita” y “Argentina Potencia”, en olivos, el 7 de marzo de 1974
Textos extraídos del libro “Perón y el deporte”, Editado por Presidencia de la Nación. Secretaría de Prensa y difusión, Buenos Aires, 1974.