¿CÓMO SEGUIMOS?
Sin ninguna necesidad ni urgencia que lo amerite el presidente Milei incluyó en el mega DNU el proyecto de Sociedades Anónimas Deportivas conocido como SAD, algo que ya había intentado como presidente Macri y que fracasó por la oposición de los clubes. Nuevamente los principales clubes de “futbol” han votado su oposición salvo uno y el triunfo de Riquelme en Boca parece haber reforzado esa posición.
Ahora bien, esta aparente uniformidad de criterio entre los principales clubes puede llevarnos al engaño. ¿Todos/as los/as socios/as de nuestros clubes conocen qué son las SAD? ¿Todos/as están en contra? Creo que sería muy osado afirmar eso. Si nos guiamos por las estadísticas una buena parte de sus socios tiene que haber votado a Milei ¿Significa eso que estén a favor de las SAD? No, probablemente ni sepan de qué se trata ese tema, pero significa que hay que profundizar el debate y explicar, explicar, explicar.
Justo estaba en el gimnasio cuando me llegó la propuesta de escribir esta nota para META. Como el gimnasio me aburre un poco aprovecho para escuchar podcasts. Justo estaba escuchando uno muy interesante de una periodista que lamentablemente falleció el año pasado de una forma absurda y nos dejó un vacío importante a la hora de pensar en cómo dar esas explicaciones: Mariana Moyano.
Mientras leen esta nota pongan de fondo el capítulo #190 (está en Spotify) que se llama “En remolinos, que la curiosidad sea más grande que tu miedo” y me van a entender mejor.
Allí Mariana se pregunta ¿Qué pasa con el receptor? ¿A quién le hablamos cuando queremos gritar todas las verdades que creemos tener, todas las injusticias que queremos denunciar? ¿Qué pasa cuando algo que nosotros enunciamos como denuncia del otro lado se recepciona como celebración? Si nosotros decimos “Milei quiere que los clubes puedan venderse a clubes europeos” ¿Cómo lo recibe el socio de un club que piensa que con esa plata su club podría ganar la Libertadores? ¿O un pibe que que piensa que puede salvarse jugando al fútbol?
Tenemos miles de argumentos para defender la consigna “Los clubes son de los socios, no a las SAD” pero tenemos que convertirlos en historias y tenemos que llegar con ellos a cada socio/a, a cada pibe/a que hace deporte en nuestros clubes, a cada madre/padre que paga la cuota, a cada abuelo/a que quiere ver a sus nietos/as lejos de las drogas. Y por sobre todas las cosas tenemos que escucharlos/as ¿Cuáles son sus expectativas? ¿Qué esperan de nuestros clubes? ¿Que encuentran hoy en ellos? ¿Están conformes?
Y seguimos con las preguntas, ya que tenemos más dudas que certezas. ¿Dónde les vamos a encontrar para poder escuchar y debatir? ¿Dónde se informan y cómo se informan? ¿Cuál es hoy nuestro “territorio”? La distinción entre un territorio supuestamente “real” y otro virtual hoy no tiene sentido, ambos territorios se superponen, las discusiones van del grupo de WhatsApp a la mesa del bar de la sociedad de fomento, de la escuela al Discord, del canal de Telegram al asado familiar donde todavía se puede comer un asado.
En todos esos lugares tenemos que estar presentes, saliendo de nuestra zona de confort. Si nos sentimos cómodos en las redes estar ahí presentes contando historias, compartiendo información, subiendo un flyer, armando un contenido para Tik Tok pero también animarse al cara a cara en el campo de deportes, en el bufette, en la pista de patinaje, en la cancha de bochas y por qué no hacer algún cartel para que lo vean todos/as. Si lo tuyo es estar todo el día en el club, ayudar a cortar el pasto, arreglar algo que se rompió, preparar el mate cocido para los/as pibes/as y crees que las redes son para “la pendejada” poné de vez en cuando algo en Facebook, animate a sacar una cuenta en Instagram y mostrá todo lo que se hace en el club, meté un “bocadillo” sin pelearte con nadie pero sin quedarse callados/as si alguien dice que está todo mal y a lo mejor la privatización no es tan mala.
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Termino de escribir esta nota después de que los libertarios consiguieran dictamen de mayoría para su proyecto y después de una imponente movilización encabezada por el movimiento obrero organizado donde se sumaron importantes sectores del deporte, la cultura y la comunicación. Allí el dirigente de la CGT Héctor Daer hizo una mención especial a este tema. La Plaza de los Dos Congresos nos mostró que el espíritu de lucha está firme pero que faltan muchos/as todavía sea por miedo, por desconfianza, porque les queda alguna esperanza en este gobierno, por oportunismo, porque no se quieren jugar. A los/las oportunistas y traidores/as no los vamos a convencer pero al resto hay que ir a buscarlos/as.
Cuando ustedes estén leyendo esta nota pueden haber pasado dos cosas: que hayamos perdido la primera batalla y la mega ley tenga media sanción de Diputados o que hayamos logrado un pequeño triunfo y la mega ley haya fracasado. No sabemos que pasará en el caso del DNU (donde está la propuesta de las SAD) ni si será votada finalmente en el Congreso. En cualquiera de los casos lo que dije antes sigue teniendo plena validez.
Si perdemos y finalmente se aprueban las SAD porque la batalla pasará a darse en cada uno de los clubes donde los socios deberán sostener la identidad de cada uno de ellos, donde seguramente habrá presiones, aparecerán oportunistas, aparecerán millonarios con cantos de sirena y habrá que resistir y convencer. Habrá que gestionar cada vez mejor, poner el cuerpo cada día más y no solo pagar la cuota, habrá que asociar a más vecinos/as que quieran al club. Y comunicarlo.
Si logramos frenar esta embestida porque seguramente, parafraseando a Hermética, si los olvidamos volverán por más, así que habrá que mantener viva la memoria, no dormir en los laureles y seguir trabajando. Y seguir comunicando.
