GÁSTÓN MONZÓN: «LA JUGADA CON VÉLEZ VA A QUEDARSE CONMIGO PARA TODA LA VIDA»
Para ser un viernes a las nueve y media de la mañana, la sede de Huracán en Avenida Caseros está desbordada. Con una bandera del PAMI de fondo, un grupo de unos cincuenta jubilados con gorros navideños toman el desayuno. La bandera del PAMI en la sede de un club, una postal contracultural.
En el bodegón espera Gastón Monzón. Pregunta si hace demasiado calor e indica el camino hacia un lugar más reservado. Se mueve por la sede con la soltura de quien podría recorrerla con los ojos vendados. Al fondo, rodeados de cuadros con figuras históricas del globo, nos sentamos para hablar de cómo el futuro se empeña en recordar al pasado.
Este domingo, Vélez y Huracán cierran el torneo argentino. Como en el 2009, ambos llegan con chances de ser campeones. La historia se repite, solo que esta vez a Huracán no le alcanza con ganar, deberá esperar a que Talleres no le gane a Newell’s en Córdoba. Vélez, en cambio, ganando dará la vuelta olímpica como aquella noche de 2009. Gastón Monzón, el arquero de ese Huracán dirigido por Ángel Cappa, recordó aquel partido para Revista Meta.
¿Cómo vivís este momento después de quince años?
-La verdad es que trae muchos recuerdos. Ya en la semana, el otro día cuando ganó Huracán, uno palpitaba lo que se iba a venir. Muchos recuerdos, más que nada de la semana previa. Aunque ya pasaron quince años, queda para toda la vida. Pero más que nada, ojalá sea un resultado favorable para Huracán.
¿Qué te acordás de esa semana previa al partido?
-Mucha adrenalina. Toda la gente contenta esperando el partido. La prensa, que de todos lados venían a ver al equipo. Estábamos con mucha ilusión para darle una alegría a la gente.
Fue un partido raro por todo lo que sucedió, más allá del arbitraje. Cae granizo, el partido se frena ¿Cómo se vivió eso en el momento?
-Son partidos que quedan en la historia del fútbol por cómo se dio. Había un sol terrible y de repente caen piedras. En ese momento estaban las dos hinchadas. Más todo lo que pasa después. Fue raro.
¿Qué recordás del partido?
-En lo personal estaba tranquilo. Sabíamos que iba a ser un partido difícil porque Vélez tenía un equipazo. Al caer lluvia la cancha iba a estar más rápida, lo que hacía que el juego nuestro fuera diferente. Tener a la gente a nuestro favor era un plus. Se dio lo que esperábamos: una final. Después lo que pasó, con una jugada tan polémica, eso ya nos excede a nosotros.
¿Cómo recordás la jugada con Larrivey?
-Pica la pelota, la voy a agarrar y de repente siento un rodillazo en el muslo. Entonces hago ese giro de ciento ochenta grados. Yo en ningún momento especulé con que pudiera cobrar falta. En ese momento tenía veintiún años, lo que menos tenía era experiencia como para especular. Me rompió todo.
En los últimos quince años, ¿Cuántas veces por semana te acordás de esa jugada?
-Siempre la gente me la hace recordar. Estoy siempre en el mundo Huracán, también en las redes sociales me hacen acordar. Es algo que va a quedarse conmigo para toda la vida.
¿Con Larrivey habían sido compañeros?
-Con Larri estuvimos en el ascenso con el Turco (Mohamed) en el 2007. Él había llegado con edad de quinta en Huracán, ahí ya compartimos. Después él sube a primera y yo también. Fueron varios años tanto en inferiores como después en primera que se dio el ascenso.
Hay otro protagonista de ese día que es Brazenas, ¿Qué recordás que se habló en el partido, después de la jugada, en el vestuario? Después no dirigió más…
–Brazenas ya había dirigido partidos finales sin estar en condiciones para hacerlo. Siempre pasaron cosas raras. Yo no soy de acusar a alguien si no tengo pruebas, pero hay cosas que quedan a la vista. Cada año que él habla dice una cosa, después dice otra. Pero la verdad es una sola. Un tipo que un año dice una cosa y después dice otra, se nota que muy bien no está.
¿Cuándo lo designan pensaron que había algo raro?
-Yo era chico, estaba en otra. En eso estaban más los dirigentes. Si me hubiese pasado de más grande ya quizás me daba cuenta.
Nos quedamos siempre con ese partido, pero ese semestre fue una locura para ustedes…
-Sí, la verdad que fue un fútbol que el fútbol argentino quiere. Un equipo que lo venían a ver desde todas partes del mundo. Todos querían que Huracán saliera campeón. Es una lástima que haya terminado así, porque Vélez también tenía un equipazo. Quizás no tan vistoso como nosotros pero era un equipo con mucha jerarquía. No debía ser ese el final.
¿Cuándo llegó Cappa qué les planteó como equipo? ¿Se imaginaban llegando hasta la última fecha punteros?
-En el fútbol argentino, (Ángel) Cappa ya había dirigido a Racing y ese equipo jugaba muy bien. Él quería toque y fútbol por abajo. Y justo en ese campeonato la mayoría de los jugadores tuvieron el tope de sus carreras, eso hizo que Huracán tuviera ese rendimiento en muchos partidos jugando un fútbol extraordinario.
¿Creés que lo del domingo puede darle un cierre a ese partido o ya pasó?
-Esto es totalmente diferente. Lo parecido es que se juega en cancha de Vélez, pero era otro equipo de Huracán. Vélez ahora tiene muchos chicos, en esa época éramos nosotros los chicos. Hoy Huracán tiene más experiencia con (Hernán) Galíndez, con (Fernando) Tobio, con Wanchope (Ábila), con (Federico) Fattori. Si se llega a dar lo que todos los hinchas de Huracán quieren no será una revancha pero obvio que se saca algo muy lindo. Pero bueno, Huracán tiene que hacer lo suyo que es tratar de conseguir la victoria y después esperar. Ya que llegue a estas instancias en un fútbol tan competitivo, dejando a clubes grandes sin posibilidades, es muy importante.
¿Estás ilusionado?
-Sí. Huracán es el que menos tiene para perder. Presión siempre tenés porque la gente te lo hace sentir. Pero si ganás tenés que esperar el resultado de los otros.
¿Lo ves bien al equipo?
-A mí me gusta. Me gusta mucho Galíndez, es muy sólido. Siempre los equipos de (Frank) Kudelka les gusta jugar por afuera. Me gusta mucho Wanchope, yo cuando no juega no lo entiendo. Tanto para el arquero rival como para los centrales el Gordo es un dolor de huevos. Pero bueno, Frank sabrá lo que hace y lo que busca. En este partido me gustaría que juegue Wanchope y toda la gente grande. Me encanta Fattori ahí en el medio, es una cosa de locos, siempre parejo. Los chilenos también. Es un equipo de hombres.
¿El recuerdo del 2009 es amargo o es dulce? Probablemente uno de los mejores momentos de tu carrera, con un gran equipo, pero con ese final.
-Es triste porque la última fecha se definió así, con todas las cosas que pasaron. Tanto para nosotros como para Vélez, eh. Porque siempre se habla de Huracán pero Vélez tenía un equipazo también, no se merecía que un partido de fútbol termine así. Si Vélez nos ganaba dignamente, o nosotros a ellos, ya estaba. Pero que sea así, de esa forma, es triste. Después, sí, es un campeonato que quedó en la historia de Huracán. Un equipo que para mí está en el top cinco de equipos de toda la historia del fútbol argentino.
¿Entre los cinco mejores equipos de la historia del fútbol argentino?
-Yo creo que sí, por cómo jugábamos sí. Siempre que se habla de grandes equipos del fútbol argentino Huracán está ahí presente.