«CUNA Y BARRIO FUE UNA ESCUELA»
La Pampa es un viejo mar-pueblo que navega en el silencio. En otoño, los vientos se vuelven mansos.
Hugo Villalba es parte de este viejo mar, fue parte del Cuna y Barrio, latido de fútbol en Winifreda, el pueblo.
Hugo está jubilado, vive en Winifreda, su pueblo natal. Es Maestro Mayor de obras, fue albañil, profesor, y juez de paz. Está ligado al anarquismo y al peronismo de base.
Hugo y sus amigos vivieron la experiencia del Cuna y Barrio entre 1950 y 1970, fútbol barrial en Winifreda.
–Para nosotros la calle del ferrocarril fue significativa, en esos años esa calle era de tierra y corre a lo largo del pueblo. Fue la calle más importante de Winifreda. Había negocios, el Banco Nación. También la calle Sarmiento, fue importante. Allí estaban los negocios de García Gómez- Rouco, Casa Mirosnik, Casa Fernández, la tienda de Abraham Isa, la heladería “El Paraíso” del padre de “Valuca” Isa.
Al entrar al pueblo, sobre mano izquierda, había una canchita de fútbol, frente a lo que llamábamos el conventillo “14 provincias”. Ahí vivían mis amigos. A mitad del ferrocarril había otra canchita y más hacia el este, otra “la canchita del Chupete”, porque Vicente Mosman (Chupete) era el que juntaba a los pibes a jugar. Yo vivía frente a nuestra canchita, que estaba entre dos galpones del ferrocarril, esos eran los límites de la canchita.
La calle del ferrocarril tenía eucaliptus, era un paraíso de sombras. La policía nos corría porque no nos dejaban jugar en la calle.
Mate de por medio, cigarrillo, Hugo continua, habla pausado, su memoria trae imágenes de aquella época callejera y barrial.
–Había otras canchas, “Guarda la Tosca” de ahí eran los Smith, Stremel, Kisner, Retch. La cancha de Cuna y Barrio estaba cerca del tanque de agua, en los terrenos del ferrocarril. Nosotros éramos, Beto Sanso, Tucho Biglia, los Pacheco -Turi, Pedro y Abel- Daniel Arrebillaga, los Prado, Oscar Rojo, los Gabellota, Tartaglia, Isa, Lince, Juan Carlos Meyer, los Cases -Lona, Chique y Goyo-, Yayo Ballester, Bocha Vicente, los del conventillo, los Ponce: Lali, Maidana y el Gallego; Vago, Elvio, Choco y el Bruja; Machi Montero, Guillermo Funes, Pata Schamber, y Piche Araujo. Jugábamos en la calle a la sombra de los eucaliptus. Había una gran cuneta, cuando llovía el agua del pueblo iba a parar ahí y surgían juegos con los barquitos que lanzábamos en el agua de la cuneta.
Los eucaliptus fueron arrancados tras el loteo de los terrenos del ferrocarril. Ahí nos juntábamos los pibes de los barrios, Cuna y Barrio, Guarda la tosca, Villa Moscú, jugábamos todos.
Le decíamos Villa Moscú por el origen de los apellidos, Shall, Mosman, Schuallier, Rach…
Nosotros conformamos un cuadro, al lado de casa, había una casilla de madera y una construcción en “L” de adobe, ahí vivía la familia Sanso. Doña Barbarita y Martin Sanso, su hija Manuela, y sus hermanos Guillermo (Guille), Coco, y Beto (de mi edad).
Guille era especial. Estaba siempre con nosotros y nos guiaba. Era peronista, le gustaba el tango y el fútbol. Vivió en Buenos Aires, volvió con muchos conocimientos, de todo y de fútbol. Admiraba el fútbol brasileño, en el ‘58, en el ‘62 Brasil había sido campeón. Lo mismo con el fútbol Argentino, había jugadores de la talla de Angelito Rojas, Perfumo, Artimes, De la Mata, Ermindo Onega.
Guille, era nuestro referente en el fútbol, y en la vida. En el día jugábamos al fútbol, en las noches nos juntábamos en su piecita “el Casino” y compartíamos lecturas, naipes, ajedrez, música. Nosotros seguimos la tradición de otro grupo formado por Hugo Álvarez, el mismo Guille, Barcat Isa, Caito Legnani, Arturo Ormachea, Esbir Isa. Guille, típico del tanguero, siempre nos dijo que no había que olvidarse de la cuna y del barrio. La vía servía para irse y para volver. Ahí estaba nuestra calle, que era la antigua ruta 10. De ahí surge Cuna y Barrio. Los referentes, en esa época fueron Evita y el Che Guevara. Y claro el mismo Guille; con él entendimos el modo en que se movía el mundo. Él nos orientó.
Compartían libros de la Biblioteca Popular Sarmiento.
-El tipo de lecturas que hacíamos eran progresistas y humanistas. Los diarios que llegaban eran La Capital y La Arena de Santa Rosa, La Voz Norte de Castex, de Pico La Reforma y Zona Norte. Por ferrocarril llegaban de Buenos Aires, La Nación, La Prensa y El Mundo. Las tareas de la escuela la hacíamos todos juntos, fuimos a la Escuela N° 104.
Nuestros máximos jugadores fueron Lelo Isa, Daniel Arrebillaga y Beto Sanso, el resto acompañábamos.
Cuna y Barrio, Hugo observa la foto y cuenta.
-En la foto estamos yo, Carlos Roldán, Machi Montero, Jorge Isa “Valuca”, Beto Sanso, Ricardo Ostapchuk o “Ruso Miyo”, Maidana Ponce, Luis Núñez.
Ruso Miyo era más chico, igual que Vago y Chocó Ponce, pero siempre andaban con nosotros. Con el Ruso fuimos a la ENET de Santa Rosa, fui un poco su padrino, siempre se mandaba alguna -Hugo sonríe-.
En esa época llega al pueblo Coqui Carnicero, uno de los que renovó el futbol de manera integral, dieta, entrenamiento, impulsó la idea de que los chicos tenían que ser considerados en las prácticas del fútbol. Impulsó campeonatos del Babi Fútbol.
Guille se tuvo que ir a laburar al sur, entonces Chiche Dal Santo que tenía la panadería frente a la estación del ferrocarril armó un cuadro de fútbol, con nosotros (Cuna y Barrio), y le puspo Torta Negra. Teníamos 8 o 9 años. Los que jugamos fuimos: Nolito Wiggenhauser, Lali Ponce, Tito Calvo, Hugo Frank, “Petaca” Neira, Machi Montero y yo. Fuimos campeones. Del equipo nuestro los que tenían buen pie eran Daniel Arrebillaga, Lelo Isa, Beto Sanso, y Juancito Lince. Como equipo jugamos hasta el 68- 69. Después nos fuimos del pueblo.
Hugo recuerda que eran rebeldes, esa rebeldía fue política. Esa orientación la marcó Guille, que murió joven.
Se juntaban en la plaza y compartían una bicicleta, allí la tierra era firme, el resto de las calles eran guadales. Jugaban al ajedrez en el hotel Cervantes o “el hotel de José”, y en la Biblioteca Popular. Los referentes de ajedrez eran Mario Villalva -padre de Hugo-, Isidro y Tití Lince, Esbir Isa, y Dahir, un árabe que tenía tienda.
–El fútbol se vivía con pasión, se hacían relámpagos, con el fútbol nos encontrábamos. La gente de campo tenía escuelas y equipos de fútbol. Lote 13, Lote 20, Bajo Paloma, El Guanaco, entre otros.
Los clásicos del Cuna y Barrio eran con el equipo del Chupete.
Guille había inventado un poema para incentivarnos. Juancito Lince sabía bien el poema.
Para mí el Cuna y Barrio fue una escuela.
Versos Del Cuna y Barrio
Letra: Guillo Sanso (el gran DT)
Cuna y Barrio,
cuna y barrio
barrio de campeones
del barrio de los leones
Una gambeta, una pisada
un túnel, un taco, una chilena
esta es la savia
que corre por las venas
del “cuna y barrio” magistral
Nuestra fama ya ha pasado
los límites de la frontera
sí seguimos “así”
tendremos que ir al mundial
para bajarle la caña
al Brasil sensacional
Cuna y barrio, cuna y barrio
llegaremos a los dinteles
de la inconfundible gloria
y quedara en la historia
cuna y barrio inmortal
Cuna y barrio,
cuna y barrio
equipo sin igual
estarás en mi alma hasta el final.